No hay mejor descanso que trabajar en una granja de cabras
con solo una cabra. Cuatro meses después de que saliéramos de casa, con más de
5.000 km a las espaldas, no viene mal aparcar la bici por una temporada. Si
además la bici puede relajarse en la cuadra de Katrien, mucho mejor.
Encontramos este paraíso eslovaco a través de la página de Workaway, que pone
en contacto a trabajadores voluntarios con gente que necesita ayuda con alguna
tarea (que puede ser enseñar inglés a la familia, hacer las camas en un hotel
en la playa, cuidar de los perros en vacaciones o incluso construir una casa).
El voluntario no percibe ningún tipo de compensación económica, pero a cambio
suele recibir comida y alojamiento. Por tanto, es una gran oportunidad para
aprender por el camino y sentirnos útiles por primera vez en mucho tiempo.
La manada. |