martes, 23 de junio de 2015

VIAJE A LA ARKADIA



No voy a decir que celebremos los descalabros, pero tanto confiamos en que lo que mal empieza, bien acaba, que cada vez saboreamos más las desdichas. Decía Marisa, nuestra amiga misionera, que en ocasiones la vida es una olla de agua hirviendo. Si metes en la cacerola un huevo, al cocerse se vuelve duro; pero si cueces una patata, esta se reblandece. Está en nuestra voluntad decidir cómo afrontamos las circunstancias y sabemos que el karma es nuestro fiel compañero de viaje.

Un poco más de cinta aislante aquí... un poco más allá...